La Asamblea Legislativa aprobó y ratificó, con 57 votos, una serie de reformas a la Constitución de la República, con el objetivo de actualizar el sistema electoral para fortalecer la democracia, optimizar recursos públicos y alinear las reglas con la voluntad popular. Los cambios permitirán la reelección del presidente de la República de manera indefinida, extender el período presidencial de cinco a seis años y eliminar la segunda vuelta electoral.
Además, los legisladores respaldaron una medida transitoria para homologar el ciclo electoral que permitirá tener una sola elección presidencial, legislativa y municipal. Para ello, se acortará dos años (de 2029 a 2027) el mandato del Presidente Nayib Bukele.
El presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, afirmó que estos cambios en la normativa son para fortalecer la democracia y darle más poder al pueblo salvadoreño, a través del voto.
Castro aclaró que no se está creando una nueva Constitución, sino reformando algunos artículos de la actual, que data de 1983. Él afirmó que la ley ha sido modificada no menos de 25 veces a lo largo de la historia. Muchas de esas modificaciones fueron realizadas entre 1992 y 1993, como resultado de “acuerdos entre cúpulas políticas, tras la firma de la paz, sin una verdadera consulta al pueblo”.
El diputado aseguró que estas enmiendas son diferentes, ya que surgen de la demanda de los salvadoreños y de un momento de gobernabilidad democrática.
De la misma manera, el legislador aclaró que las reformas no modifican nada relacionado a la elección de diputados o concejos municipales.
Los diputados criticaron la separación de los periodos para elecciones presidenciales, legislativas y municipales, ya que eso mantuvo al país en una constante campaña electoral, en el que hubo un uso excesivo y creciente de recursos públicos.
Reelección presidencial indefinida
Las reformas aprobadas a los artículos 75 y 152 de la Constitución de la República, permitirán la reelección presidencial indefinida, de manera que la población decida si un mandatario debe o no continuar, de acuerdo al desempeño que ha tenido.
Actualmente, el presidente es el único funcionario al que la ley le impide mantenerse en el poder, pero con las modificaciones realizadas se homologarán las condiciones para la reelección presidencial con las de los demás cargos de elección popular: diputados y alcaldes.
Con las enmiendas de ley, al artículo 75 se le eliminará el ordinal 4 que establece que pierden sus derechos como ciudadanos quienes suscriban actas, proclamas o adhesiones para promover o apoyar la reelección o la continuación del presidente de la República, o empleen medios directos encaminados a ese fin.
Además, en el artículo 152 se suprimirá el ordinal 1 que señala que no podrán postularse a la presidencia de la República quien haya desempeñado ese cargo por más de seis meses consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial.
Extensión del período presidencial a seis años
Los diputados también estuvieron de acuerdo en extender el periodo presidencial, por lo que la durabilidad del cargo pasará de cinco a seis y eso ayudará a ordenar los ciclos electorales.
Para esto, reformaron el artículo 154 de la Constitución de la República que establecía que el lapso presidencial sería de cinco años, el cual comenzaba y terminaba el primero de junio, sin que la persona que ejerciera este papel pudiera continuar en sus funciones ni un día más.
Eliminación de la segunda vuelta electoral
El pleno legislativo también hizo enmiendas al artículo 80 de la Constitución para eliminar la segunda vuelta electoral, la cual en la actualidad se realiza cuando ningún partido político o coalición de partidos alcanza mayoría absoluta de votos en una contienda electoral.
Con las modificaciones aprobadas, el candidato que obtenga más votos ganará las elecciones en primera vuelta.
Esto permitirá un ahorro al Estado, ya que cada segunda vuelta electoral tiene un costo de $50 millones, fondos que podrían ser utilizados para proyectos de beneficio social que ayuden a cubrir las necesidades de la población.
Además, contribuiría a hacer el proceso electoral más ágil y permitiría un uso más eficiente de los recursos públicos, ya que El Salvador realizará una única jornada electoral, como ocurre en países como Estados Unidos, Panamá o México.