El pasado 1 de junio, el Presidente de la República, Nayib Bukele, brindó su mensaje a la nación con motivo de los seis años de su gestión. En su intervención, el mandatario aseguró que El Salvador ha experimentado una transformación significativa desde que asumió el poder en 2019.
“La transformación de El Salvador ha sido una de las más rápidas de la historia moderna; pero para nosotros apenas ha sido suficientemente rápida”, declaró Bukele. Añadió que el país que heredó “no era ni siquiera nuestro, ni era verdaderamente independiente”.
El mandatario afirmó que el país estaba controlado por pandillas y por personas que operaban desde las sombras, señalando que, en ese contexto, “el mundo ya había perdido la esperanza en El Salvador”. También criticó las soluciones propuestas por actores externos, las cuales, a su juicio, “nunca estuvieron diseñadas para funcionar”.
Durante su discurso, el Presidente sostuvo que, tras seis años, El Salvador “ya no le pertenece a los actores extranjeros, ni a sus títeres locales. Hoy El Salvador le pertenece al pueblo salvadoreño”. Además, enfatizó que “el mundo habla de El Salvador y del milagro que por la gracia de Dios hemos logrado”.
Bukele manifestó que el país ha vencido una “pesadilla” y que ahora comienza una nueva etapa para “construir el país que soñamos”. También hizo referencia al costo de los avances alcanzados: “Nos tomó tiempo, nos costó sacrificios, requirió paciencia y confianza”.
Al final de su intervención, el Presidente destacó que lo que se está a punto de construir en El Salvador “solo es posible gracias a lo que hemos logrado en estos años y lo que lograremos de ahora en adelante”, reiterando que el trabajo apenas comienza.