La reducción de los homicidios no es el único logro alcanzado por el Plan Control Territorial. Durante la implementación de la estrategia de seguridad impulsada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele también ha habido reducción de las extorsiones.
Entre el 1 de enero y el 5 de septiembre, la Policía Nacional Civil (PNC) registra una drástica reducción de las extorsiones. Ese delito ha sido cometido durante décadas por diferentes estructuras terroristas en el país, y ha golpeado el bolsillo de los comerciantes salvadoreños como consecuencia de la falta de un plan integral por parte de los gobiernos anteriores.
“Por cierto, el Plan Control Territorial que ataca El Faro ha logrado cifras históricas, y de enero a la fecha se ha logrado reducir la incidencia de estos delitos de forma categórica”, manifestó el Ministro de Seguridad, Rogelio Rivas.
El control de los territorios por parte de la Policía ha permitido una reducción del 48.1% de las extorsiones. Este año se registran 787 casos de extorsión, muy por debajo de los 1,515 reportados en el mismo período el año anterior. Esto da una diferencia de 728 casos menos con la implementación del Plan Control Territorial.
La disminución en los índices de criminalidad registrada durante la gestión del Gobierno del Presidente Bukele está vinculado directamente con el trabajo que desarrolla la Policía en coordinación la Fuerza Armada de El Salvador.
La oposición intenta desacreditar los méritos alcanzados por el Gobierno en materia de seguridad, las autoridades del Gabinete de Justicia y Seguridad han negado que exista algún tipo de trato con los grupos terroristas para reducir los índices de criminalidad.
La implementación de la estrategia de seguridad por parte del Gobierno ha logrado dar tranquilidad a la población salvadoreña, y el reconocimiento internacional por la baja de los homicidios, asesinatos de mujeres, adolescentes y niños y la cifra de los desaparecidos.
Para la implementación de las tres fases de la estrategia de seguridad se necesita invertir $575.2 millones, de los cuales $200 millones serían financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), los cuales se dividen en dos préstamos: uno por $91 millones para la fase II, llamada “Oportunidad”, y otro por $109 millones para la fase III, denominada “Modernización”.