El Gobierno del Presidente Nayib Bukele está desacelerando el ritmo de contagios de COVID-19 de una manera sistemática y firme en El Salvador. Por una parte, sobrepasando el primer millón de dosis de la vacuna aplicadas en los grupos más vulnerables y por otra, identificando de manera temprana los casos asintomáticos a través de los tamizajes comunitarios, universitarios y centinela.
De acuerdo con el ministro de Salud, Francisco Alabi, uno de los aspectos más favorables de esta estrategia gubernamental, es la reducción de mortalidades. Ayer hubo solo dos fallecidos; entretanto, los casos positivos no sobrepasan los 170 diarios.
“Hemos incrementado progresivamente, el primer parámetro que se modifica es la disminución de la mortalidad y la enfermedad grave por el virus”, explicó el funcionario.
Entre las fases 1 y 2 del Plan Nacional de Vacunación se encuentra comprendido el 90 % de la población que tiene complicaciones y mayor riesgo de muerte por esta enfermedad y al inmunizarles, esto se reduce drásticamente.
El Salvador, en contraste con otras naciones de la región, es el que lleva el mayor porcentaje de la población objetivo vacunada, gracias a un esfuerzo articulado e interinstitucional del Gobierno, que ha dado un salto de calidad pasando de 2,000 dosis diarias a más de 45,000.
Las vacunas son aplicadas en 166 puntos: 162 centros de vacunación a lo largo del país, el Megacentro en la fase III del Hospital El Salvador, tres autocentros (uno por zona: San Salvador, San Miguel y Santa Ana) y recientemente de manera extramural para pacientes con discapacidad, en zonas rurales del país.
El ministro destacó que solo en el Megacentro de Vacunación se han superado las 100,000 dosis aplicadas, “lo que demuestra cómo va esta estrategia, rápida, efectiva y segura; la población sale con un sentimiento positivo sobre su vacunación”, añadió.
El ministro reiteró el llamado a la población: Los salvadoreños aptos para ser vacunados y que aún no han asistido para su primera cita, que lo hagan; a quienes ya se les aplicó la primera dosis, que no falten a su cita para la segunda y completen su esquema de vacunación.
Asimismo, aunque las personas vacunadas hayan alcanzado la inmunidad contra COVID.19, el ministro pidió no bajar la guardia y continuar implementando las medidas de protección y al resto de la población, que aún no ha iniciado este proceso, que limite la transmisión y mantenga todos los protocolos de bioseguridad.
La meta es la inmunización de 4.5 millones de personas en El Salvador, mayores de 18 años, una estrategia efectiva para frenar los contagios y letalidades por COVID-19. Para que esto sea posible, el Gobierno ha gestionado las vacunas necesarias para cubrir a la población.