Brindar seguridad a la población y poner tras las rejas a criminales es una de las funciones principales de los cercos de seguridad ejecutados en el país, específicamente en Soyapango, la Tutunichapa y La Granjita como fase 5 del Plan Control Territorial. Esto ha evitado que las pandillas se reagruparan.
“A través de los cercos militares hemos evitado que las pandillas se reagruparan y así garantizar la seguridad de la población. Ahora se le ha dado tranquilidad a la población, para que pueda circular en paz”, asegura el Ministro de la Defensa, Merino Monroy.
Los cercos de seguridad son parte de la fase del Plan Control Territorial denominada «Extracción», que fue lanzada en noviembre del año pasado y que tienen como objetivo extraer a todos los pandilleros que siguen delinquiendo en barrios y colonias.
Las autoridades efectuaron la misma modalidad de cerco que se implementó en Comasagua, La Libertad, el año pasado, donde se desplegaron 2,000 soldados y policías en busca de los asesinos de un cuidador de una finca quien era víctima de extorsión. Por ahora, estos cercos siguen permanente en Soyapango y las comunidades Tutunichapa y La Granjita de San Salvador.
En diciembre del 2022 en Soyapango se desplegó un contingente conformado por 8,500 soldados y 1,500 policías para cercar todo el municipio. El titular de Defensa ha detallado que por ahora van más de 1,400 mareros capturados solo en esta zona y esto ha permitido la reducción drástica de homicidios en la zona.
Además, las autoridades han recuperado a más de 1,000 viviendas que estuvieron usurpadas por las pandillas en colonias como La Campanera, Monte Blanco, Las Margaritas y la comunidad 22 de Abril, entre otras, consideradas de alta peligrosidad en Soyapango.
La Tutunichapa y La Granjita también fueron cercadas en diciembre del año pasado. Más de 1,000 soldados y 100 policías fueron distribuidos en ambas comunidades en busca de pandilleros.
Según la Policía; además se ha dado duros golpes al narcotráfico, solo en las dos primeras semanas de implementados los cercos se había decomisado más de siete kilos de droga, entre cocaína, marihuana y crack.