En su discurso conmemorativo por los primeros 100 días de su segundo mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su enfoque en el fortalecimiento de políticas migratorias y de seguridad, destacando la cooperación con El Salvador en el marco de sus acciones para deportar a personas con antecedentes penales.
«Ya no somos el basurero de criminales», afirmó Trump, en alusión a la deportación de detenidos hacia centros penales en el extranjero, entre ellos el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), ubicado en El Salvador. El mandatario señaló que esta política forma parte de sus esfuerzos para combatir el crimen organizado y advirtió que estudia la posibilidad de aplicar medidas similares a ciudadanos estadounidenses condenados por delitos graves, proponiendo su reclusión en cárceles salvadoreñas.
El anuncio se da en un contexto de estrecha cooperación entre los gobiernos de Trump y Nayib Bukele, que han mantenido una agenda conjunta en temas de seguridad, migración y control del crimen transnacional desde el inicio del segundo mandato del presidente estadounidense. Ambos líderes han intercambiado elogios públicos y sostenido reuniones bilaterales centradas en el fortalecimiento de las relaciones en el hemisferio occidental.