Ozzy Osbourne, conocido como ‘el príncipe de las tinieblas’ o ‘el padrino del heavy metal’, falleció este martes 22 de julio a los 76 años. La familia del icónico vocalista de Black Sabbath confirmó la noticia a través de un comunicado.
Osbourne fue figura central de la historia del heavy metal y fue uno de los fundadores de la banda que revolucionó la música en los años 70 con un sonido crudo, oscuro y cargado de crítica social.
Su voz rasposa y su presencia provocadora lo convirtieron en un símbolo del metal. Además de momentos excéntricos como su bien conocido encuentro con un murciélago, ocurrido en 1982 durante un concierto en Iowa, cuando un fan lanzó al escenario un murciélago vivo pensando que sería una broma.
Osbourne, creyendo que era de goma, lo mordió en la cabeza frente al público. Al darse cuenta de que el animal estaba vivo, fue trasladado de inmediato al hospital para recibir tratamiento contra la rabia. Años después, el episodio se convirtió en uno clave de su trayectoria e incluso el músico llegó a comercializar peluches de murciélago con cabeza desmontable como parte de su mercadería.
Hace cinco años, en 2020, reveló que padecía párkinson, tras una caída que agravó sus problemas de salud. Sin embargo, este episodio no detuvo su carrera musical. De hecho, este año celebró su último concierto junto a la formación original de Black Sabbath en Reino Unido.
Durante sus años activos en el terreno musical llegó a vender más de 100 millones de discos en todo el mundo.
Osbourne marcó un antes y un después en la historia del heavy metal. Con Black Sabbath, creó himnos del género como ‘Paranoid’, ‘Iron Man’ y ‘War Pigs’. Mientras como solista, lanzó éxitos como ‘Crazy Train’ y ‘Mr. Crowley’, incluidos en Blizzard of Ozz, uno de los discos más importantes del género.