El ministro de Defensa, René Merino Monroy y el titular de Seguridad, Gustavo Villatoro destacaron la importancia del trabajo conjunto entre policías y soldados para la recuperación del territorio salvadoreño que pasó por muchos años controlado por las estructuras delictivas.
El titular de Seguridad afirmó este lunes, que el 85% del territorio estaba controlado por las pandillas, por lo cual el país casi había perdido su soberanía. “La amenaza a la soberanía estaba dentro, no afuera del país”, afirmó Villatoro, para justificar el aporte de militares en tareas de seguridad pública como apoyo a la Policía.
De no haber llegado el Presidente Nayib Bukele con determinación para anular a las pandillas, según Villatoro se habrían impuesto las agendas y recetas de organismos internacionales que se lucraron con el dolor de los salvadoreños. Villatoro indicó que El Salvador pudo llegar a ser como Haití cuyo territorio está bajo el control de las pandillas dirigidas por Jimmy Chérizier alias “Barbecue”.
En Haití, durante años, Barbecue ha sido considerado uno de los más sanguinarios y poderosos líderes criminales. Chérizier es considerado el líder del grupo Viv Ansanm (Vivir Juntos), al que se atribuye estar detrás de numerosos asesinatos, secuestros y atentados contra infraestructuras en dicha nación y controlan casi todo el crimen organizado; tráfico de armas y droga, de esa isla.
Ambos funcionarios coinciden que era necesaria la presencia física no solo de policías sino también de soldados para obtener un resultado efectivo en seguridad en los territorios.
“La seguridad pública y todo lo relacionado, requiere de una serie de actividades complementarias, entonces con la situación que había del control de pandillas era difícil que los policías lograran por si solos controlar el territorio. La primera concepción del Presidente Nayib Bukele fue llevar la presencia física con soldados y policías a los lugares donde hay mayor circulación de personas y eso comenzó a generar un resultado”, afirmó Merino Monroy.
Villatoro asegura que Bukele optó por «una decisión política estratégica que nunca antes un gobernante había determinado. Es decir, él trabajó con las instituciones y el recurso humano que ya estaba, entonces realmente ¿Cuál era el problema? No había voluntad política», mencionó y destacó el apoyo de la Fuerza Armada a pesar de los constantes ataques y críticas de oposición y organismos de derechos humanos. «La amenaza a la soberanía estaba dentro, no afuera del país», reiteró.
“En junio de 2021, el Presidente Bukele ordenó duplicar el recurso humano en el territorio. Es así como la población tuvo confianza de nuevo. Esas actividades nos permitieron recuperar el territorio poco a poco, de tal manera que cuando llegamos a la batalla decisiva, el día en que las pandillas lanzaron su ofensiva, ellos no tenían cómo responder a las fuerzas del orden”, expresó el ministro de la Defensa Nacional.