Desde principios de febrero la comercialización y consumo de los fármacos de administración oral que contienen el principio activo ranitidina fueron suspendidos por la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM).
De acuerdo con Francisco Cortez Morales, director Ejecutivo de la DNM, notificó al Ministro de Salud, Francisco Alabí, que la decisión se da a raíz de que tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, mismo caso) emitieron alerta sanitaria en relación a la ranitidina.
«Los dos organismos establecieron que en condiciones normales de almacenamiento, y aún más a temperaturas altas que sobrepasan las establecidas por el fabricante, aumentan los niveles de N- Nitrosodimetilamina (NDMA) en la ranitidina, con lo que incrementa el riesgo de cáncer en personas expuestas a niveles superiores de NDMA a los aceptables durante un largo periodo de tiempo», detalló Cortez.
El funcionario también indicó a la población que consume estos productos que existen otros medicamentos alternativos y recomendó asistir al médico si sospechan de algún efecto secundario.
La ranitidina, que se vende sin receta médica, está indicada para el tratamiento de la acidez estomacal, gastritis, úlcera y gastroenteritis, reflujo esofágico, entre otros.