Una densa nube de ceniza, visible desde ciudades situadas a entre 90 y 150 kilómetros (56 a 93 millas) de distancia, se elevó sobre el monte Lewotobi Laki-laki en la isla de Flores, al este de Indonesia, tras una potente erupción registrada este martes.
La Agencia de Geología de Indonesia informó que la columna de ceniza alcanzó los 11 kilómetros (6,8 millas) de altura, lo que llevó a las autoridades a declarar la alerta máxima y a ampliar la zona de exclusión a ocho kilómetros (cinco millas) alrededor del cráter.
La erupción, que ocurrió a las 17:35 hora local (9:35 GMT), no dejó víctimas, pero las autoridades advirtieron sobre el riesgo de flujos de lava en caso de lluvias intensas.
De acuerdo con la Agencia de Vulcanología de Indonesia, la actividad volcánica del Lewotobi Laki-laki se intensificó notablemente en las horas previas a la erupción, con 50 episodios en solo dos horas, muy por encima de los ocho a diez habituales en un día.
“Las densas nubes grises formadas por el volcán alcanzaron los 10.000 metros (aproximadamente 32.800 pies) de altitud el martes por la tarde”, detalló la agencia en un comunicado recogido por Reuters.
La nube de ceniza, con forma de hongo, se mantuvo visible durante horas y generó preocupación entre los habitantes de la región y las autoridades locales.
El monte Lewotobi Laki-laki, con una altitud de 1.584 metros (5.197 pies), forma parte de un sistema de volcanes gemelos junto al Lewotobi Perempuan, ambos ubicados en el distrito de Flores Timur.
Según la información publicada por AP, la erupción del martes se suma a una serie de episodios eruptivos que el volcán ha presentado en los últimos meses. El pasado fin de semana, el volcán registró ocho erupciones, expulsando ceniza volcánica a alturas de entre 3 y 5,5 kilómetros (1,86 a 3,4 millas), según explicó Muhammad Wafid, jefe de la agencia de vulcanología.
Humo volcánico se eleva desde el monte Lewotobi Laki-Laki durante una erupción, visto desde Lembata, Indonesia, el martes 17 de junio de 2025. (Foto AP/Andre Kriting)
La historia reciente del Lewotobi Laki-laki muestra una actividad constante y peligrosa. En marzo, una erupción obligó a cancelar y retrasar vuelos hacia la turística isla de Bali, situada a unos 800 kilómetros (497 millas) al oeste de Flores.
Las aerolíneas se vieron afectadas por la nube de ceniza, que alcanzó entonces los 8 kilómetros de altura. “En marzo, una erupción en Lewotobi Laki-laki obligó a algunas aerolíneas a cancelar y retrasar vuelos a Bali, incluidas las australianas Jetstar y Qantas Airways”.
El impacto de las erupciones no se limita a las interrupciones en el transporte aéreo. En noviembre del año pasado, una serie de explosiones volcánicas en el monte provocó la muerte de nueve personas y la evacuación de miles de residentes.
Además, decenas de personas resultaron heridas durante ese episodio, lo que subraya el peligro que representa el volcán para las comunidades cercanas.
La Agencia de Geología de Indonesia recomendó a los habitantes y visitantes mantenerse alejados de un radio de siete a ocho kilómetros (4,3 a 5 millas) del cráter, ante la posibilidad de nuevas explosiones y la amenaza de flujos de lava si se presentan lluvias intensas. “Se advirtió a los residentes que estuvieran atentos a las lluvias intensas, que podrían desencadenar flujos de lava en los ríos que se originan en el volcán”.
Las autoridades locales han reforzado la vigilancia y mantienen la alerta en el nivel IV, el más alto en la escala de riesgo volcánico del país.
El Lewotobi Laki-laki no es el único volcán activo en Indonesia. El país, con una población de 270 millones de personas, se asienta sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, una región caracterizada por una intensa actividad sísmica y volcánica debido a la interacción de múltiples placas tectónicas.
El archipiélago alberga más de 400 volcanes, de los cuales al menos 129 permanecen activos y 65 están clasificados como peligrosos, según datos citados por EFE.
La frecuencia de las erupciones volcánicas y los terremotos en Indonesia ha marcado la vida de sus habitantes. El país experimenta alrededor de 7.000 temblores al año, la mayoría de baja magnitud, pero algunos con consecuencias devastadoras.
En diciembre de 2023, la erupción del volcán Merapi en la isla de Sumatra causó la muerte de 23 personas, un recordatorio reciente de los riesgos que enfrenta la población.