La Escuela Superior de Innovación en la Administración Pública (ESIAP), liderada por Claudia de Larín y fundada por mandato del presidente Nayib Bukele, se consolida como un eje estratégico para la modernización del Estado salvadoreño. En entrevista con Panorama Urbano, la directora detalló que la institución ha acreditado a más de 14 mil personas de todos los niveles del servicio público, desde operadores hasta altos directivos.
“La ESIAP nace por un decreto ejecutivo para satisfacer la demanda de formación dentro de las instituciones y garantizar que los servidores públicos realicen de una mejor manera su trabajo”, explicó De Larín.
Actualmente, la escuela implementa una certificación en administración pública y programas especializados en habilidades digitales, normativas y competencias blandas. También ha establecido alianzas con universidades como el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Harvard, así como con instituciones como el INAP de España y SAP Colombia.
La ESIAP desarrolla programas en articulación con organismos como el Banco Mundial, orientados a fortalecer áreas clave como adquisiciones en proyectos financiados por la cooperación internacional. “Estamos constantemente en contacto con las instituciones para conocer sus necesidades y actualizar nuestra oferta académica”, dijo De Larín.
La directora también destacó el rol del vicepresidente Félix Ulloa como rector de la ESIAP. Bajo su liderazgo, la escuela ha logrado proyección internacional y ha incorporado expertos de alto nivel como el fiscal general, el secretario jurídico de la presidencia y la directora de la oficina de Bitcoin.
La formación es gratuita y accesible a través del sitio www.esiap.gob.sv. La modalidad asincrónica permite a los participantes avanzar a su ritmo. La institución también coordina becas junto a la Dirección de Integración, liderada por Alejandro Gutmann, para jóvenes que buscan incorporarse al mercado laboral o a la función pública.
“La modernización del Estado es nuestra meta. Queremos garantizar un servicio eficiente, moderno y que responda a las necesidades reales de la ciudadanía”, concluyó De Larín.