El papa Francisco, primer pontífice latinoamericano, falleció a los 88 años tras participar en su última aparición pública durante la celebración del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro. Según reveló su enfermero, Massimiliano Strappeti, el pontífice expresó gratitud por haber podido saludar nuevamente a los fieles desde el papamóvil. «Gracias por traerme de vuelta a la plaza», dijo el Papa tras recibir apoyo para realizar el recorrido.
Ese mismo día, el Papa ofreció la bendición «Urbi et Orbi» desde el balcón de la basílica, en un acto que sorprendió a los presentes por su estado de salud. Durante casi quince minutos, saludó y bendijo a los asistentes, incluyendo a varios niños. Antes de salir al encuentro con la multitud, Francisco manifestó dudas sobre su capacidad para hacerlo: «¿Cree que podré hacerlo?», preguntó a su enfermero, quien lo animó a participar.
De acuerdo con Vatican News, después del evento, el pontífice regresó a su apartamento en la residencia de Santa Marta, donde residía desde el inicio de su pontificado en 2013. Allí cenó en calma la noche del domingo. Sin embargo, en la madrugada del lunes, comenzó a presentar signos de malestar a las 05:30 y, tras despedirse de Strappeti, entró en coma.
El papa Francisco falleció a las 07:35 hora local. Testigos indicaron que su partida fue rápida y tranquila. «No sufrió, todo sucedió rápidamente», afirmaron personas presentes en sus últimos momentos.